Autor: Okano Yuu
Traducción y Edición al Español: BlackCyan

Capítulo 2: Rina la Aventurera

"...¡¡Yah!!"

Balanceando su arma frente a un Esqueleto había una chica, cuya voz parecía resonar con más fuerza que su balanceo.

La calidad de su equipo, o la falta de él, fue lo primero que saltó sobre mí. La chica estaba vestida con una armadura barata, complementada con una espada de una mano igualmente barata. Definitivamente era una nueva aventurera de clase Hierro.

Quizás valga la pena señalar que estaba muy familiarizado con mis compañeros aventureros, al menos aquellos que residían en Maalt. Esta chica, sin embargo, no era una cara familiar—de ahí mi suposición.

Aunque algún día los aventureros de clase Hierro me superaron y fueron vistos como nada más que rivales potenciales, me aseguré de recordar sus rostros y conocerlos mejor—aunque solo fuera porque era una forma de evitar la interminable corriente de aventureros ansiosos por burlarse de mi falta de talento. Me propuse hacer amistad con ellos en ese momento, además de memorizar sus posiciones y conexiones sociales, antes de seguir por caminos separados.

Fue interesante notar que si bien no tenía absolutamente ningún talento para la aventura, en cambio, fui bendecido con una buena memoria e inteligencia callejera, lo que me permitió ser más astuto que cualquier aventurero de clase Hierro que incluso no tuviera una buena trama o algo por el estilo. Como resultado, mi astucia era conocida incluso por los aventureros de más alto rango en Maalt, y casi siempre quedaba solo. Esto también se debió quizás al hecho de que Maalt principalmente hospedaba a aventureros de buen carácter.

Además, también hice un punto para derribar un buen sentido de la moral en aventureros malhumorados desde el comienzo de su carrera. Esto tuvo efectos a largo plazo, y eventualmente se convirtió en una mejora general del carácter en medio de los aventureros de Maalt. Esta fue una de las razones por las que el gremio no me había pedido que bajara mi espada todo este tiempo, a pesar de estar atascado en uno de los rangos inferiores de aventureros durante casi una década.

En pocas palabras, estaba maquinando adecuadamente—en el buen sentido, por supuesto.

Cambié mi atención a la joven aventurera. No solo vestía un atuendo completo para principiantes, su destreza también dejaba mucho que desear. De hecho, en realidad parecía un poco más débil de lo que había sido en vida.

Sin embargo, esta fue tal vez una comparación injusta—cualquier aventurero de clase Bronce era fácilmente superior al de sus homólogos de clase Hierro. Después de todo, fui capaz de vencer a un Esqueleto sin demasiados problemas. Aunque no lo llamaría fácil, definitivamente fui capaz, dado el hecho de que los ciudadanos normales estarían diciendo sus oraciones después de encontrar un Esqueleto. Incluso los aventureros de clase Hierro tenían que agruparse en grupos de dos o tres para derrotar fácilmente a uno.

Como tal, mis continuas expediciones en solitario deberían, al menos, pintarme como algo capaz—aunque no en una medida de la que pudiera estar orgulloso.

Fue con esos pensamientos en mente que consideré que la chica que estaba de pie ante mis ojos era irremediablemente débil. A pesar de que parecía estar luchando valientemente contra su enemigo esquelético, lo único que se necesitaba era un error de su enemigo para cambiar el rumbo, lo cual después ella definitivamente perdería. Ese era el alcance de sus poderes.

Sin embargo, no importa cuán verde esté, un aventurero era un aventurero. En caso de que ella cometa un error, podría escapar fácilmente—y entonces hubiera sido solo eso. No estaba demasiado preocupado por su bienestar; al menos, eso fue lo que pensé—

"Oye".

Tras una inspección más cercana, la situación parecía mucho más grave de lo que originalmente había llegado a ser. Como si no pensara completamente en la posibilidad de la derrota, la joven siguió presionando, intentando dominar a su enemigo.

Sus esfuerzos, sin embargo, fueron en vano. Obviamente, careciendo de la resistencia adecuada, la aventurera comenzó a retroceder, incapaz de seguir el ritmo de los ataques de su enemigo. Esta era una situación potencialmente fatal, dado el hecho de que ella estaba actualmente en un estrecho camino de laberinto sin vías de escape obvias.

Mientras el Esqueleto continuaba empujando a la chica hacia atrás, de repente se detuvo.

"...¡¿Huh?!"

La espalda de la chica ahora estaba literalmente contra la pared, y parecía que ella acababa de darse cuenta de esto.

Negué con la cabeza. Esta fue la trampa que sufrieron los aventureros que no pudieron inspeccionar cuidadosamente su entorno. Una espadachina de su calibre, a su vez, necesitaría algo de espacio para moverse y balancear su espada. En otras palabras, el destino de la aventurera fue sellado en el momento en que ella se atrapó a sí misma descuidadamente.

Como si se diera cuenta de esto, el Esqueleto con el que había estado luchando avanzó hacia ella, levantando sus brazos ansiosamente y haciendo un gesto para golpearla con sus manos desnudas.

Mientras que el Esqueleto no estaba armado, era, al final del día, en gran medida un monstruo. Si ese golpe conectaba a un aventurero que no tuviera mucho en defensa, seguramente se desmayarían. Además, si el golpe aterrizaba en un punto crítico, es posible que terminen siendo asesinados instantáneamente. Es evidente que una persona normal no podría esperar soportar semejante golpe.

Básicamente, si el ataque del Esqueleto se concretara, la chica moriría. Todo lo que podía hacer era aceptar ese hecho cuando llegué a esta conclusión.

Sin embargo, no quise decir que simplemente podía aceptar la muerte de la chica así como tal—simplemente quise decir que tenía la intención de continuar mis observaciones, ya que comparecer ante ella implicaría todo tipo de riesgos.

Aunque había sido atrapado en el calor del momento antes de llegar a este lugar, finalmente había calmado mi mente al ver a un ser humano vivo y que respiraba. Incluso si apareciera ante ella ahora, ella pensaría en mí como nada más que un monstruo; una conversación estaba más allá de mis sueños más salvajes.

Sin embargo, estaba más allá de mí simplemente dejar a la chica morir.

Aunque ahora era físicamente un monstruo, mi corazón seguía siendo el de un humano. A menos que la persona en cuestión fuera una especie de sinvergüenza terrible, definitivamente, al menos, trataría de ayudarlos. Para mí, este era el curso de acción correcto: un aventurero experimentado que protege la vida de su subordinado en la implacable dureza del laberinto.

Por eso hice lo que hice.

"...¡¡¡GAAAAAAH!!!"

Para distraer al Esqueleto de su presa, salté de mi esquina, rugiendo tan ferozmente como pude. No estaba muy seguro de si mi plan funcionaría, ya que era una apuesta arriesgada para empezar, principalmente debido al hecho de que yo era actualmente un Ghoul.

Al no ser un experto en el comportamiento de monstruos, no tenía idea de cuánta atención le daría un monstruo a un ruido fuerte generado por otro. Sin embargo, los monstruos con los que había luchado hasta ahora parecían registrarme como un enemigo, ya que de inmediato se prepararon para el combate después de verme. Tal vez algo en mí me hacía diferente de otros monstruos, y los monstruos en cuestión también se dieron cuenta de ello. Esta era la razón por la que lo hice—en todo caso, mi plan debería tener un alto índice de éxito.

No me llevó mucho tiempo ver que mi apuesta había valido la pena. Deteniéndose a mitad de su ataque, el Esqueleto se giró y me miró, antes de precipitarse hacia mi dirección.

Los ojos de la chica se abrieron de par en par ante este desarrollo. Parecería que ella había tenido la intención de matar al Esqueleto donde estaba parada, con eso de espaldas a ella. Sin embargo, la chica parecía demasiado abrumada por la conmoción, y simplemente se quedó congelada en su lugar.

Simplemente no había otra opción: desenvainé mi espada, corriendo hacia el enemigo. Aunque originalmente tenía la intención de guardarlo, comencé a canalizar espíritu en mi espada. Tenía que terminar esto rápidamente con un golpe decisivo.

Después de evolucionar a un Ghoul, me di cuenta del hecho de que los ataques espirituales ahora se podían usar varias veces sin que me quedara sin energía—así que supuse que un ataque ahora no dañaría demasiado mis reservas.

Alzando mi espada en un movimiento bien entrenado, puse mi cuerpo en el golpe, balanceando mi espada hacia abajo con una fuerza considerable. Fue un golpe limpio, profundamente grabado en el cuerpo huesudo de mi oponente. En una fracción de segundo, el Esqueleto se cortó en dos mitades perfectas, rompiéndose en numerosos fragmentos mientras lo que quedaba de su cuerpo tocaba el suelo.

"...Increíble..."

La aventurera, aturdida, solo pudo seguir mirando los restos de lo que había sido el Esqueleto hace apenas unos segundos.

No podía culparla. Aunque los Esqueletos eran monstruos débiles en general, pocos aventureros en mi clase podían dividirlos fácilmente en dos. Cualquiera se sorprendería; sí, incluso yo.

Eso fue realmente sorprendente.

"Huh".

"¿Siempre fui tan fuerte?"

Así fue como me sentí después de matar al Esqueleto. Me quedé en silencio por un momento, reflexionando sobre lo que acababa de ocurrir.

Parecía que ahora era incluso más fuerte que antes. Si seguía creciendo a este ritmo, mi objetivo de evolucionar eventualmente hacia un Vampiro parecía estar al alcance. Sentí un rayo de esperanza en mi corazón—aunque tal vez me estaba excediendo demasiado.

Con ese pensamiento, me desperté de golpe—

La chica todavía estaba donde estaba parada. Seguramente ella era más importante que mis monólogos internos.

¿Estaba herida?

A pesar de que hice un gesto para hablar, sentí como si algo se hubiera quedado atrapado en mi garganta, e inmediatamente recordé que no era más que un Ghoul. Si me hubiera acercado descuidadamente a ella, ciertamente correría; y eso no lo haría.

"Entonces... ¿qué debería hacer?"

Al volverme para mirar a la chica, la encontré con su espada levantada, mirándome con miedo.

No parecía que pudiéramos llegar a un acuerdo tan fácilmente.



◆◇◆◇◆

"¡¡Q-Quédate atrás!!"

Esa fue la respuesta de la chica cuando me acerqué a ella con la mano extendida, un vago "Vaaaahh..." escapó de mis labios mientras intentaba hablar.

Nuevamente, no podía culparla. Tal vez no había una sola persona viva que no se alarmaría si un Ghoul se acercaba a ellos en un laberinto con los brazos levantados.

Ahora que lo pienso, también era extraño que algo como un Ghoul estuviera presente en el Laberinto de la Luna Reflejada en primer lugar. Esto se debía al simple hecho de que los Ghouls eran de una clase aún más alta que los Esqueletos, y no aparecían simplemente al azar en un lugar tan frecuentado por aventureros de rango bajo.

Si uno apareciera, seguramente se debería a algún tipo de irregularidad en los niveles inferiores, o sería un monstruo único gobernado por una de las misteriosas reglas del laberinto. En esos casos, esos monstruos serían vistos como especiales, y en la mayoría de los casos eran mucho más fuertes que sus contrapartes normales.

Si un principiante fuera a encontrarse con un monstruo como este, su muerte estaría casi garantizada—de ahí la cautela de la chica. De hecho, sería extraño si ella no estuviera en guardia.

Aunque parecería extraño para mí hacer todo eso a pesar de ser consciente de cómo me gustaría ver a un ser normal, eso no era lo que pretendía hacer. En todo caso, quería saludarla y hablar con ella casualmente. Sin embargo, todavía no estaba acostumbrado a este cuerpo—aunque de alguna manera podía luchar con él, hablar parecía ser excesivamente difícil.

Debido al hecho de que había entrenado mi cuerpo durante la última década, y conocía bien mis movimientos y debilidades, podía compensar fácilmente y solucionar cualquier problema que surgiera de mi nuevo cuerpo.

Sin embargo, hablar era otro problema por completo. Realmente nunca practiqué hablar, y lo que asumí que era una tarea simple resultó ser más difícil de lo que pensaba. Como resultado, mis palabras fueron destrozadas en una serie de rugidos a medias, y no había absolutamente nada que pudiera hacer al respecto.

Para empeorar las cosas, estaba el problema de que mi cuerpo era el de un cadáver. El hecho de que este aventurero en particular era una joven chica era un agravante adicional. Aunque me sorprendió su postura defensiva y sus palabras, nuevamente, no había mucho que pudiera hacer sobre el estado actual de las cosas.

Sin embargo, más que mi apariencia potencialmente descortés, era el hecho de que yo era un Ghoul—eso probablemente era suficiente para que levantara su espada contra mí.

Probablemente.

Sea como fuere, tenía que establecer una forma de comunicación de una forma u otra. Esta fue la razón por la que me detuve ante sus palabras y me quedé en mi lugar, tratando desesperadamente de formar mis rugidos incoherentes en palabras.

"Vaa... VAAAaa... Go... Golla... Aagghh... Ahh... Ah soy... Ven... Ventt... ¡¡VENTT!!"

"¡¡Eek!!"

El repentino aumento en el volumen perturbó aún más mis palabras ya incoherentes, causando que la pobre chica saltara asustada.

Sin embargo, no me desanimé. En todo caso, sentí que rendirme ahora sería una idea increíblemente mala.

Por ejemplo, si simplemente me hubiera dado por vencido y me hubiera ido, la chica seguramente escaparía. Ella luego reportaría mi existencia al gremio, que luego me clasificaría como un monstruo especial, lo que llevaría a que el gremio enviara a aventureros fuertes para que se deshicieran de mí. Ese era un giro de los eventos que definitivamente quería evitar.

Aunque me había vuelto algo más fuerte luchando y derrotando a muchos otros monstruos, había muchos otros aventureros que eran más fuertes que yo. Si alguien como ellos fuera enviado a cazarme, mi vida terminaría por segunda vez.

Por eso era de suma importancia establecer algún tipo de comunicación con esta chica. Por lo menos, tenía que convencerla de que no era una amenaza.

Aunque la opción de matar a la chica para silenciarla seguía abierta, no podía obligarme a hacerlo—era, y todavía soy, humano después de todo. Realmente no podría hacer algo así.

Si la chica fuera un bandido o algún tipo de criminal, tal vez podría entretenerme con la idea. Sin embargo, parecía ser una aventurera asustada que luchaba por su vida, y no pude verla como otra cosa. Incluso si fuera en mi propio beneficio, no podría obligarme a quitarle su futuro—ni a alguien tan joven como ella.

Por eso intenté hablar lo mejor posible.

"V... ¡Voo Vavoor...! Ves... Vescú... vhame... Ahh... No... Enevii..."

Continué repitiendo mis palabras incoherentes. La chica, a su vez, sorprendida por mis acciones y la falta de hostilidad, parecía comenzar a escuchar.

"¿Ah ...? Está... ¿hablando...?"

"Voo... Vavoor... Yio sooyy... ¡Rentt! Yo... Av... Venturero..."

Tal vez era de esperar que las cosas fueran un poco diferentes con alguien con quien realmente pudiera hablar. Poco a poco, mi discurso se hizo más coherente.

La claridad gradualmente se deslizó de vuelta a mi voz—sus rugidos una vez secos y rasposos ahora lucían un cierto grado de claridad. Por lo menos, eran lo suficientemente claros para que ella me entendiera vagamente.

"Aven... ¿Aventurero? ¡¿Tú? ¿Un aventurero?! Um... ¿Alguna vez fuiste un aventurero...? ¿Tal vez...?"

"¡Ví! Io... ¡Av...venturero! Nom... Nombre... ¡Rentt!"

"¿Señor Rend?"

"Rentt... ¡Ren...tt! Ren...tt..."

"Ah, señor Rentt..."

Parecería que ella se había acostumbrado más a mí.

Se me ocurrió que esta chica tenía una disposición algo valiente. A pesar de que continuó agarrando firmemente su arma, no parecía importarle que estuviera actualmente involucrada en una conversación normal conmigo, un Ghoul. Un aventurero normal simplemente me habría golpeado o buscado una oportunidad para escapar.

"Así que, señor Rentt... Su apariencia... ¿Es algún tipo de disfraz?"

"No... No. Yo...morí..."

Aunque sus ojos se agrandaron ante mi declaración, su expresión lentamente cambió a la de piedad mientras continuaba mi historia.

"Ah... A-Algo así sucedió, eh... No importa cómo lo ponga, se ve como un Ghoul... Hmm. Pero he escuchado historias de personas convirtiéndose en monstruos no-muertos después de la muerte. Aunque nunca había escuchado que alguien conservara su personalidad y sus recuerdos..."

Las observaciones de la chica sonaban verdaderas. Si bien existían casos de monstruos no-muertos que conservaban parte de su memoria después de la muerte, principalmente serían esos recuerdos los que influirían en el comportamiento y los gestos del monstruo. Como tales, no se considera que tengan la misma claridad mental y la misma sensibilidad de una persona normal y viva.

Lo contrario también se consideraba verdadero—leyendas que hablaban de individuos que, a través de la magia altamente avanzada, lograron reencarnarse como monstruos no-muertos con su conciencia intacta y funcional. Los avistamientos de ellos, sin embargo, fueron pocos y distantes. No hace falta decir que no me había encontrado con un ser así.

En otras palabras, un Ghoul como yo, que era completamente capaz de hablar, pensar y razonar coherentemente, ya no era un acontecimiento raro, sino imposible.

Me encontré en un dilema—no tenía forma de explicar por qué había terminado así. Sin embargo, tuve una corazonada. Si tuviera que adivinar, el Dragón que me comió definitivamente tuvo algo que ver con eso.

Aparte de eso, sin embargo, deduje que, para todos los efectos, era un Ghoul regular.

Pero eso no era algo que pudiera simplemente decirle a esta chica.

Más importante aún, necesitaba que ella entendiera que era muy sensible y capaz de razonar. Después de todo, asegurar mi fuente de cooperación y eventual ayuda era lo primero en mi agenda.

Tenía que regresar a Maalt a toda costa. Y para que eso suceda, tenía que enlistar a esta chica para que me ayudara—y por eso dije lo siguiente:

"...Eso... Yo... Yo tampoco... L-Lo...sé. Pero... Yo... ¡Yo vivo!"

"¿E-Es eso cierto? Tú... ¿Vives? Eso es un poco extraño viniendo de ti... Pero definitivamente no eres un monstruo normal... Y me salvaste la vida. Oh, sí, ¡lo hiciste! ¡Así que muchas gracias!"

Como si se hubiera dado cuenta de este hecho a mitad de su discurso, la chica me dio las gracias, todavía sosteniendo su espada mientras lo hacía.

Respondí del mismo modo.

"N... No... Te preocupes. Por... Eso. Aventu... Tureros. Ayudarse... Unos a otros..."

"Um... ¿Es verdad lo que dices? Entonces, ¿puedo irme? ¿No vas a matarme ni nada por el estilo?"

Me encontré más nervioso de lo que debería haber estado ante la pregunta de la chica.

"Yo... Yo... No te ma... Mataré. Pero... Me gusta... Gustaría un poco de... Ayuda".

"¡U-Uf! ¡Eso es un alivio! Pensé que estaba acabada allí... Pero... ¿Ayuda? ¿Una solicitud...? Bueno... Eres la persona... Um. Quiero decir, monstruo, que salvó mi vida... ¡Así que te escucharé! Bueno... espero que no pidas mi sangre o carne ni nada..."

"Por... Supuesto. Acerca de mi... Solicitud. Necesito... R... Ropa... Para vestir".

"...¿Ropa? ¿Para vestir? Hmm. Ahh... Ahh. Cierto. Ya veo".

Diciendo eso, la chica me miró, como si estuviera inspeccionando de cerca una especie de especie biológica. Eventualmente, ella asintió mientras entendía mi situación.

"Si continúas como estás... otros aventureros podrían simplemente confundirte con un monstruo y atacarte... Hmm. Bueno, entonces, ¿bastaría con una túnica o algo suficiente para ocultar tu cuerpo?"

"S... Sí. Eso... Suena b-bien... Gracias... Aquí... Algo de m-oro... Oro".

La chica probablemente era una aventurera de clase Hierro que no tenía mucho en términos de ingresos. Ello era evidente solo por su equipamiento.

Aunque yo mismo era un aventurero de una clase algo inferior, no tuve muchas dificultades para ganarme el sustento, y aún tenía el oro y el equipamiento que tenía antes de mi desafortunado fallecimiento.

Parte de mi equipamiento permaneció en mi persona, aunque algunos otros objetos se habían dispersado por el claro. Revisé, por supuesto, mis pertenencias y realicé los controles adecuados para comprobar daños.

Separando mi monedero lleno de monedas de mi cinturón, lo coloqué en el suelo, retrocediendo unos pasos hacia atrás mientras ordenaba a la chica que lo recogiera. La chica, por su parte, avanzó lenta y cautelosamente antes de inclinarse y recoger la bolsa para verificar su contenido.

"E-Esto es... ¡Guau! ¡Has hecho una gran fortuna! ¿Supongo que eras un aventurero famoso en vida?" preguntó la chica, sorprendida.

En verdad, mi riqueza se había acumulado al ahorrar constantemente a través de los años, en contraposición de mí ganando de repente una gran suma. La chica ahora tenía toda mi fortuna en sus manos.

En ese punto, sin embargo, permanecí en silencio. No quería comenzar a explicar mis asuntos—si lo hiciera, seguramente me conduciría de vuelta al Dragón, de una forma u otra. En cambio, decidí redirigir la conversación volviendo a plantear el tema en cuestión.

"R-Ropa... Una vez que... La tengas. Puedes... Usar. El resto para... Ti misma. P-Por favor".

Por esas palabras, la chica dijo lo siguiente:

"Yo... entiendo. Supongo que has pasado por mucho... Pero no pareces un mal monstruo para mí. Ya sabes, si no fuera por ti, ya estaría muerta... Yo, Rina Rupaage, hija de caballeros, sin duda te devolveré este favor en su totalidad. Por favor, espéreme, señor Rentt..."

Con eso, la chica continuó retrocediendo, todavía sosteniendo su espada. Poco después, ella se había ido.

Parecería que todavía tenía algo de miedo de mí. Pero, por supuesto, ese sería el caso. En todo caso, ese era el curso de acción correcto que debería tomarse como aventurero. Los aventureros que eran descuidados o demasiado confiados terminarían muertos en alguna parte, y más pronto que tarde.

Sentí que algún día se convertiría en una hábil aventurera.

El problema ahora era simple: ¿cumpliría realmente su promesa, o simplemente se fugaría con mi dinero? Equipado con mi década de experiencia en lo que respecta a evaluar el carácter de los nuevos aventureros, sin embargo, sentí que Rina no me traicionaría. Parecía demasiado seria y moralmente recta para hacer algo así.

Bueno, incluso si ella me traicionara, supongo que tendría que lidiar con las consecuencias entonces.

Si, como resultado, un gran aventurero iba a ser enviado tras de mí, al menos tenía que intentar defenderme—tenía que volverme más fuerte. ¿O sería más apropiado simplemente perfeccionar mis habilidades de ocultación?

Me sentí tonto incluso al plantear la posibilidad de tal idea. Supongo que simplemente se reduciría a ser físicamente más fuerte al final.

Y así continué cazando otros monstruos en el Laberinto de la Luna Reflejada, todo mientras tenía en mente esos pensamientos mientras patrullaba sus pasillos.

◆◇◆◇◆

Rina Rupaage era una nueva aventurera y una chica joven de 17 años. Su armadura y sus armas eran visiblemente baratas—al igual que la mayoría de los otros objetos que llevaba en su posesión. Casi se podría decir que se veía empobrecida.

Sin embargo, después de una inspección más cercana, ciertos puntos la hicieron sobresalir. Su hermoso cabello rubio, que estaba bien cuidado, parecía combinar bien con sus brillantes ojos azules que tenían una mirada llena de esperanza. En todo caso, un vestido y una forma de vestir más delicada le servirían mucho más que el atuendo de un aventurero.

Su razón para ir a Maalt, una ciudad al margen de las fronteras de Yaaran, era clara: había recibido información de que existían dos laberintos de nivel para principiantes cerca de esa ciudad—al menos, eso era lo que había escuchado en la capital.

Después de todo, había muchos aventureros habilidosos en la capital de Yaaran, la mayoría de ellos demostrando ser bastante fuertes. Debido a esto, no era el lugar más propicio para un nuevo aventurero que todavía tenía que hacerse un nombre. Esta era la razón por la cual Rina se había dirigido a Maalt, en busca de un lugar donde pudiera sentirse más cómoda.

Ella también había sido aconsejada por un miembro del personal del gremio de aventureros de la capital que los nuevos aventureros tenían mucha demanda en las ciudades fronterizas. Esto la introdujo a las diversas ciudades disponibles—ciudades donde ella podía entrenar mientras ahorraba algo de dinero. Rina, completamente absorbida por la descripción del miembro del personal de dichas ciudades, eventualmente se dirigió a Maalt.

Normalmente, los aventureros con base en la capital de Yaaran no se trasladarían a una ciudad marginal independientemente de la cantidad de competencia. Para la mitad de los aventureros, la capital era el lugar para estar, principalmente debido a las misiones de mayor paga disponibles. Como tal, la mayoría no querría dejar la capital en absoluto, y llamó a los que habían sido asignados a las ciudades marginales "desertores de la capital"—tales eran los sentimientos generales de los aventureros de Yaaran.

Rina, sin embargo, no se sentía de esta manera. Debido a sus circunstancias personales, ella prefería abandonar la capital tan pronto como podía; así fue como Rina Rupaage se encontró inmediatamente solicitando una asignación en Maalt por recomendación del miembro del personal.

Había pasado un día desde que Rina había llegado a la ciudad de Maalt. A pesar de que ella había puesto un pie en Maalt por primera vez llena de esperanzas y sueños, rápidamente encontró sus sueños destrozados.

La razón para esto fue, una vez más, bastante obvia. Para un aventurero recién acuñado como Rina, los laberintos supuestamente de nivel de entrada de Maalt representaban un gran desafío. Explorarlos ella misma era demasiado agotador, y aunque organizar un party era la mejor opción, nadie había querido agruparse con Rina. Esto se debió al género de Rina, apariencia y posiblemente a su historia.

Es decir, Rina era una mujer, lo que automáticamente la colocó un peldaño debajo de sus homólogos masculinos. Para empeorar las cosas, parecía demasiado delicada y estaba equipada con los objetos más baratos que el dinero podía comprar. Además, apenas había pasado un mes desde que se convirtió en aventurera. Era fácil para cualquier veterano experimentado simplemente asumir que Rina estaba "aventurándose" como un pasatiempo, y por lo tanto no podía tomarse en serio. Una historia desafortunada y tal vez discriminatoria.

En realidad, Rina estaba quizás un nivel por encima del típico aventurero que venía a Maalt. Además de estar familiarizada con su arma, también poseía una personalidad sincera y honesta. Para alguien con buen ojo para el talento, esa combinación de fuerza y ​​voluntad para su nivel de experiencia era rara—y en todo caso, Rina definitivamente podría sostener su propio peso en un party.

Sin embargo, parece que Rina Rupaage no tuvo mucha suerte. Todas las personas a las que se había acercado para formar un party habían llegado a conclusiones erróneas con respecto a sus habilidades.

En circunstancias normales, el gremio de aventureros local emplearía a varios observadores, por lo general estacando en un pozo de agua u otro en busca de nuevos talentos. De importancia más relevante aquí, el observador del gremio de Maalt no era otro que Rentt Faina. En su ausencia, un aventurero de mayor nivel lo observaría en su lugar. Desafortunadamente para Rina, ninguno estuvo presente a su llegada.

Como resultado, Rina, que no pudo encontrar a nadie más con quien aventurarse, terminó decidiendo explorar el Laberinto de la Luna Reflejada sola. Aunque los miembros del personal del gremio de aventureros de Maalt tenían sus dudas, habían recibido informes de las capacidades de Rina en la capital, y por lo tanto, determinaron que las posibilidades de que Rina perdiera la vida en el laberinto eran bajas. Esta era la razón por la cual el gremio le había permitido a Rina emprender una misión por su cuenta, aunque con palabras previas de advertencia.

Para Rina, solo sería una cuestión de tiempo antes de que Rentt o uno de los aventureros anunciados por el gremio la buscaran, por lo que probablemente no importaría mucho si ella hubiera ido a explorar por su cuenta mientras tanto. Si bien, la mayoría de las suposiciones de Rina eran ciertas, posiblemente habría tomado una decisión diferente si hubiera sabido más sobre el mundo exterior.

Rina estaba considerablemente protegida. Si bien ella estaba capacitada con una gran variedad de habilidades con la espada, la mayoría de estas técnicas eran de naturaleza ceremonial, por lo que no servían para ningún propósito en el combate real. Para empeorar las cosas, Rina no tenía mucho en el camino de la experiencia de combate en absoluto. Esta era la razón por la cual Rina había terminado aventurándose sola en el Laberinto de la Luna Reflejada, bajo las recomendaciones del gremio de aventureros de Maalt. A pesar de que finalmente terminó en una situación que casi cobró su vida.

Ella había tenido un buen comienzo y había logrado vencer a unos pocos monstruos por sí misma, por lo que simplemente podría haberse detenido en ese momento, recogiendo los ingredientes y cristales mágicos que podía para una suma considerable en el intercambio. Sin embargo, Rina sobrestimó sus habilidades y decidió ir más allá.

En todo caso, este era un error frecuentemente cometido por los nuevos aventureros. Aunque Rina estaba obligada por muchas otras reglas y, a menudo, tratada como exceso de equipaje en los parties, solía tener algunos compañeros aventureros para hacer un party—y veteranos, a su vez, para ofrecer palabras de advertencia. Sin embargo, este no era el caso en Maalt—y Rina había tomado una decisión potencialmente fatal por eso.

Como resultado de sus acciones, tuvo un estrecho contacto con la muerte a manos de un Esqueleto—si la pelea hubiera continuado, seguramente habría perdido la vida.

Pero Rina tuvo suerte; después de todo, ella terminó cruzando caminos con alguien que había decidido ayudarla.

Justo cuando el Esqueleto que tenía delante levantó el brazo para dar el golpe final, un grito salvaje atravesó el aire.

"...¡¡¡GAAAAAAH!!!"

Levantando la cabeza ante el sonido, Rina pudo distinguir una silueta al final del pasillo.

Justo cuando se preguntaba quién podría ser su salvador, Rina se encontró falto de palabras, ya que lo que estaba parado en el pasillo era un monstruo mucho más mortífero que un típico Esqueleto—un Ghoul. Tampoco parecía ser un Ghoul normal—una serie de tatuajes de aspecto complejo se grabaron en su rostro, emitiendo suavemente un tenue resplandor azul.

Aunque Rina no se había encontrado con muchos monstruos en su corta carrera como aventurera, incluso se dio cuenta del hecho de que el monstruo ante ella era único. En todo caso, probablemente era un monstruo especial nativo de este laberinto.

Había unos pocos tipos diferentes de monstruos especiales, incluidos los "monstruos raros nombrados" y los "monstruos raros". Como sugerían sus nombres, eran excepcionalmente raros, y normalmente no aparecían en el laberinto. También tenían características únicas. Para empeorar las cosas, esos monstruos eran mucho más fuertes que sus contrapartes normales en la mayoría de los casos. Si uno no estaba preparado adecuadamente, su vida podría perderse fácilmente.

En consecuencia, el Ghoul que apareció ante Rina parecía poseer rasgos que la mayoría de los monstruos especiales tenían. Si bien sus características eran reveladoras, el aura que emanaba de su ser era un indicador aún más obvio.

"Esto es malo..."

Tal fue la conclusión a la que Rina Rupaage había llegado.

Como para agravar sus temores, el Ghoul cargó hacia el Esqueleto, el mismo que estaba a punto de quitarle la vida, y fácilmente lo cortó por la mitad con un solo destello de su espada. Tan limpios fueron sus movimientos que Rina olvidó momentáneamente que el portador de la espada era un Ghoul.

Después de calmarse, Rina inmediatamente se dio cuenta de que estaba en una situación desesperada. Ahora estaba claro para ella que no podría vencer a este Ghoul, y que su vida como aventurera terminaría ahora.

Rina se preparó.

Sin embargo, parecía que el encuentro de Rina con el Ghoul era algo bueno. Por una razón u otra, el monstruo que apareció ante Rina comenzó a hablar, y eventualmente le pidió ayuda. Para ser más específico, el Ghoul le había pedido que comprara ropa para él.

Accediendo rápidamente, Rina apresuradamente corrió en dirección a Maalt. Ella había estado hablando con un monstruo, después de todo. Como aventurero, sería de sentido común no confiar en un monstruo, y simplemente informar lo que había visto al gremio. Al menos, así era como funcionaba el sentido común.

Rina, sin embargo, entendió que el Ghoul le había salvado la vida. Como resultado, sintió que tenía que devolver el favor de alguna manera.

Mientras que ella era una aventurera ahora, Rina fue una vez hija de una orgullosa familia de caballeros.

◆◇◆◇◆

Rentt Faina no regresó. Sheila Ibarss, miembro del personal del gremio de aventureros de Maalt, sintió que esto era muy irregular.

Aunque Sheila solo había trabajado en el gremio durante cinco años, y era una junior en comparación con sus colegas, conocía a Rentt desde hacía mucho más tiempo. Rentt fue el primer aventurero que conoció cuando ella comenzó a trabajar en el gremio. Mientras Rentt era más joven entonces, un aventurero de 20 años de edad, ya había estado aventurándose durante cinco años antes; aun así, todavía era un aventurero de la clase baja Bronce. Era evidente que Rentt no estaba exactamente preparado para el trabajo.

La mayoría de los aventureros que no estaban a la altura estaban contentos de dejar las aventuras después de unos años. Regresarían a sus lugares de origen o buscarían otros medios de empleo al darse cuenta de que carecían de cualquier talento o aptitud aventurera. Aunque suene como tal, no era exactamente una cosa vergonzosa, y una buena cantidad de aventureros tomaron esa decisión.

Aunque había tontos que acusarían a quienes se retiraron de que simplemente no trabajaban lo suficiente o no estaban dispuestos a arriesgar sus vidas, los que sabían mejor entendían que las aventuras no eran un trabajo que se tomara a la ligera. En respuesta, aquellos que no podían entender esto fueron vistos como tontos—tal era el sentimiento común entre la mayoría de los aventureros con sentido común.

En otras palabras, Rentt ya estaba cerca de una edad adecuada para el retiro, y le correspondía a Sheila Ibarss, que había sido asignada como su supervisora, informarle de las noticias.

Sheila, sin embargo, le molestó convertirse en la supervisora de Rentt en ese momento. La razón no se debió a una aversión personal hacia Rentt. Los miembros del personal del gremio de aventureros tenían el deber de guiar y ayudar a los aventureros hasta sus últimos días. Al observar la edad e historia de Rentt, era evidente que pronto debería retirarse como aventurero—y también era su trabajo desafortunadamente contarlo como tal. Era un trabajo que alguien tenía que hacer, pero también uno que nadie había querido hacer. La mayoría de las veces, los miembros del personal usualmente evitaban tal asignación.

Sheila se encontraba algo deprimida porque su primer trabajo era despedir a un aventurero. Pero parece que Sheila estaba preocupada por nada al final.

Para el gremio de aventureros de Maalt, Rentt aparentemente estaba exento de tales consideraciones. Aunque sus años de experiencia y su simplicidad siendo aventurero (sin mucho progreso significativo) lo convirtieron en un buen objetivo para las recomendaciones de retiro, fue visto como un activo demasiado valioso como para perderlo. Esto se debió al hecho de que las actividades de Rentt dentro y fuera del gremio tuvieron innegablemente efectos positivos para la población de Maalt. Como tal, se determinó que Rentt no sería promovido, sino que simplemente permanecería como estaba por el momento.

De hecho, el maestro del gremio de aventureros de Maalt reconocería al propio Rentt en el gremio como miembro del personal si él alguna vez se retirara de las aventuras—tal era el valor de Rentt para el gremio.

Para empezar, Rentt servía para múltiples propósitos, y cumplió numerosos roles en el gremio. No solo era un buen juez para la aptitud de los nuevos aventureros, sino que también les presentaba a miembros de party que serían una buena opción. También educó a los recién llegados sobre las reglas, el sentido común y el conocimiento del terreno necesarios para explorar adecuadamente un laberinto. Para completar el cuadro, Rentt también con frecuencia frustraba las tramas de aventureros que no tenían ningún valor.

Esto era, en general, un conocimiento básico que cualquiera podía impartir. Pero debido a la escasez de personal realmente dispuesto a realizar tales tareas, la existencia de Rentt fue una bendición para muchos recién llegados a la exploración del laberinto.

En circunstancias normales, gran parte de este trabajo recaería en los representantes del gremio. Rentt, sin embargo, realizó la mayoría de estas tareas de forma gratuita. Aunque el gremio de vez en cuando lo contrataba para realizar estas tareas, tales ocurrencias eran raras. Aun así, Rentt realizó sus tareas felizmente y sin quejas.

Además, como resultado directo de sus esfuerzos, la tasa de mortalidad de los nuevos aventureros en los laberintos circundantes de Maalt cayó mucho en comparación con la de otras áreas. La mayor propensión de los aventureros locales educados por Rentt a seguir las leyes y las reglas también se tradujo en una mejor coexistencia entre los aventureros locales y la gente de la ciudad. Quizás fue obvio decir que Rentt era una rareza.

Sheila, por otro lado, no era oriunda de Maalt, sino que viajó a la capital para tomar el examen de ingreso al gremio. Después de pasar el examen, fue enviada a Maalt, que era bastante diferente de la ciudad natal que había dejado atrás.

En marcado contraste, los aventureros en la ciudad natal de Sheila eran en su mayoría individuos de carácter cuestionable. A pesar de que también eran aventureros de buen corazón, no eran del agrado de la gente de la ciudad, que eran recíprocamente poco amables o temerosos. Si bien la mayoría de los aventureros allí se dedicaban a cometer pequeños delitos oportunistas, algunos de ellos eran directamente delincuentes de tiempo completo.

Maalt, por otro lado, era radicalmente diferente. Se confiaba en los aventureros de Maalt, y si alguno en su número cometía crímenes, serían rápidamente llevados por las manos de sus compañeros aventureros. Sheila, como supervisora ​​de Rentt, comprendió por completo que la existencia de Rentt Faina era lo que era responsable de la moral positiva de los aventureros de Maalt.

Sin embargo, la razón de que Sheila fuera presentada a Rentt no era simplemente para permitirle desarrollar su experiencia con un desventurado aventurero. En todo caso, era todo lo contrario: Sheila, al ser nueva, aprendería mucho de trabajar con Rentt, cuya experiencia en trabajos raros y otras tareas ingratas lo convertía en un buen candidato para impartir conocimientos importantes—tal fue la propia decisión del gremio. Con el tiempo, Sheila aprendió mucho de Rentt sobre el gremio y sobre los rasgos deseados en el personal del gremio, y ahora era un miembro muy valioso del gremio de aventureros de Maalt.

El alcance de la guía de Rentt no fue en absoluto limitado. De hecho, una rápida mirada alrededor de los diversos rincones de Maalt reveló muchos nuevos aventureros, la mayoría de los cuales habían sido guiados por la mano de Rentt. No sería extraño si uno de estos nuevos aventureros eventualmente llegara a la clase Mithril, ya que el mismo Rentt a menudo vigilaba a sus subalternos, asegurándose de que obtuvieran la guía que necesitaban.

Mientras Rentt soñaba con convertirse en un aventurero de clase Mithril un día, también se puso a trabajar—se involucró en un estricto régimen de entrenamiento diario, sin el conocimiento de Sheila ni de otros aventureros. Sin embargo, Rentt era más consciente que cualquier otro individuo cuando se trataba de aceptar que tenía poco talento para la aventura. Si Rentt tuviera una pizca o un fragmento de talento en su cuerpo, sus esfuerzos seguramente habrían dado sus frutos. Desafortunadamente, la realidad no fue tan amable. No había mucho que hacer sobre el asunto.

Aunque Rentt podría simplemente haberse unido a otros aventureros fuertes y haber ganado fama como un party unido, muchos aventureros locales de Maalt conocían el objetivo de Rentt—su sueño de convertirse en un aventurero de clase Mithril.

Pero Rentt no buscaba convertirse en un individuo así debido a la fama. No, quería convertirse en un aventurero de clase Mithril por su propio poder y capacidad. Como tal, dependiendo de otro individuo, o un party de aventureros, rechazó ese propósito. Para cumplir su sueño, Rentt no tuvo más remedio que seguir adelante, por muy improbable que fuera su éxito. Después de todo, ese era el único camino disponible para él.

Como la aventura y las peleas en solitario eran las formas más rápidas de desarrollar la fuerza, Rentt hizo exactamente eso. Otros aventureros, a su vez, evitaron formar party con Rentt fuera de las emergencias. Los otros aventureros de Maalt hicieron esto por consideración a Rentt, sabiendo sobre su sueño. No importaba lo improbable que parezca, no les interesaba menospreciar la búsqueda de fuerza de Rentt—incluso si la verdad era evidente para todos.

Rentt, por decirlo de alguna manera, era débil. Como tal, otros aventureros locales sabían que la muerte llamaría a su puerta tarde o temprano. Pero Sheila y los otros aventureros pensaron que esta posibilidad era relativamente baja. Sin embargo, al final, dejaron que Rentt hiciera lo que quisiera, sin decir una palabra mientras continuaba su búsqueda solitaria.

Si bien Rentt era un aventurero de clase Bronce y tenía la fuerza de uno, su conocimiento y experiencia de aventuras era más que suficiente para competir con los veteranos experimentados. Incluso si de alguna manera se enfrentara a un enemigo peligroso, seguramente mantendría la calma y tomaría las decisiones correctas—al menos, eso era lo que los otros aventureros de Maalt pensaban de Rentt.

Sin embargo, con todo eso dicho, un hecho siguía siendo cierto: Rentt Faina no regresó.

Rentt Faina, el aventurero de la baja clase Bronce que entraría en el mismo laberinto a la misma hora todos los días, volvería al gremio a la misma hora con ingredientes similares, firmaría sus tareas asignadas y luego partiría para entrenar en otro lugar.

Tal era la vida cotidiana de Rentt. Esto sucedería todos los días, sin falta, y sin embargo—

Nadie sabía a dónde había desaparecido. Sheila era simplemente una de las muchas que estaban preocupadas por su ausencia.

Rentt...

Rentt Faina—

Por favor, que esté a salvo—tales eran las oraciones inauditas de Sheila mientras continuaba sus tareas diarias en el gremio.

"Um..."

La voz de una joven sacudió a Sheila de sus pensamientos. Alzando la cabeza, descubrió que la dueña de la voz era, de hecho, una chica joven—y familiar.

La chica era una nueva aventurera que había sido asignada a Maalt desde la capital pocos días antes. Debido a que llegó en un momento algo desafortunado, ni Rentt ni otros aventureros veteranos estaban presentes—y como tal, finalmente se había aventurado sola a la aventura.

Sheila recordó su nombre—Rina Rupaage. Con eso, arregló un fajo de papeles en sus manos, antes de prestar atención a lo que Rina tenía que decir.



◆◇◆◇◆

Con un movimiento de mi espada, corté los Esqueletos frente a mí. Ya no sabía cuántos había derrotado, ya que dejé de contar hace mucho tiempo. Si bien tuve que esforzarme mucho para vencer a un Esqueleto cuando estaba vivo, esos recuerdos parecían ser mentiras. Me moví hacia la espalda de mi enemigo esquelético sin esfuerzo, bajando mi espada y una vez más cortando los huesos blancos de mi oponente en dos mitades limpias.

Fue increíble.

Los cambios no fueron provocados precisamente por una mejora en la técnica, sino que simplemente me volví más fuerte—físicamente, claro. Mis reservas de maná, espíritu y divinidad también aumentaron con cada monstruo que derroté. Utilizando estos tres aspectos, ahora era capaz de reforzar mi cuerpo de varias maneras; finalmente me estaba moviendo como siempre había querido.

Estas velocidades eran impensables para mí cuando estaba vivo—y, sin embargo, mi cuerpo se movió suave y rápidamente. Había sufrido ampollas de sangre, muchas de ellas, mientras continuaba mi entrenamiento. Pero no importa cuánto me haya entrenado, no conseguí volverme ni más rápido ni más fuerte.

La realidad ahora, sin embargo, era diferente. Mi cuerpo se movió como lo instruí; no hubo errores en mis movimientos. También pude ver claramente los movimientos de mi enemigo—mis sentidos eran más agudos de lo que nunca habían sido. Los aventureros que me habían superado seguramente también vieron el mundo de esta manera.

Recordé cómo era en vida, cómo no había podido ver nada en absoluto. De ser posible, hubiera querido alcanzar este grado de poder mientras aún respiraba; aunque supuse que eso ahora era imposible. Pero quizás debería estar agradecido por el hecho de que todavía tenía el control total de mis facultades, incluso en la muerte. Con esto, incluso podría alcanzar mi sueño de convertirme en un aventurero de clase Mithril...

Fue con este pensamiento que surgió una pregunta en mi mente:

"¿Continuaré siendo un aventurero después de todo este tiempo?"

Por supuesto, había muchos tipos diferentes de aventureros. Uno se convertía en un aventurero si uno quería, pero muchos aventureros se detuvieron después de estancarse en el nivel Bronce, muy parecido a mí. Con algunas excepciones especiales, cualquiera puede convertirse en un aventurero siempre y cuando tenga al menos 15 años de edad.

Sin embargo:

"¿Podría un monstruo ser un aventurero?"

Con eso, surgió otra pregunta de lo más profundo de mi mente. Tal vez era posible—tal era la respuesta a la que había llegado, como si fuera una especie de sentido común.

Sin embargo, la realidad no era tan amable. Pensé en la situación un poco más. Si, por ejemplo, un Ghoul simplemente aparecía en el gremio de aventureros un día, entonces simplemente caminaría al mostrador de la recepcionista, extendiendo su mano medio podrida mientras hablaba con un gruñido crepitante de una voz...

"Io... Aven... Turero. Rev... ¡Revís... Se... Me!"

Era como algo sacado de una historia de terror.

La recepcionista definitivamente se rehusaría. Además, presionaría instantáneamente el botón de pánico debajo de su escritorio, convocando inmediatamente a aventureros fuertes del área inmediata, o incluso al propio maestro del gremio. Y así, el Ghoul sería eliminado—y eso sería el final.

Habiendo dicho eso, sin embargo... No se me pasó por la cabeza, ni siquiera una vez, que puedo ser incapaz de seguir aventurándome—hasta ahora, claro.

Supuse que debería dejar de pensar. Más importante aún, tenía que pensar en cómo iba a seguir viviendo de aquí en adelante, ya que todavía tenía un sueño que cumplir: convertirme en un aventurero de clase Mithril.

Después de todo esto, el cuello de botella con el que había luchado durante mucho tiempo había sido eliminado. Ahora tenía el talento y la aptitud para las aventuras... a cambio de los peligros de mi actual forma monstruosa.

Sin embargo, si esta forma me impidiera aventurarme, sería un gran problema. Llegué a la conclusión de que tenía que pensar en una forma de seguir aventurándome, sin importar cómo me veía o en qué me convertí.

Aunque había mencionado las políticas generosas del gremio varias veces, supongo que esperar a que el gremio acepte un monstruo en sus filas era pedir demasiado.

Le había pedido a Rina que comprara ropa en mi nombre, pero eso no resolvía otro problema importante. Una túnica podía ocultar la mayor parte de mi cuerpo desaliñado, pero no podía ocultar mi rostro ni mis brazos. Naturalmente, tendría que apoyarme en la lectura o en la entrega de oro e ingredientes—ocultar mis brazos era, por decir poco, imposible.

Miré mis brazos con resignación. Estaban, como esperaba, muy podridos y secos. No había otra manera de decirlo.

De hecho, el color de mi piel parecía haber empeorado—aunque hacía poco tiempo era marrón, ahora estaba rayado con líneas negras. Me sorprendería si un ser humano vivo no reaccionara a cómo se veían mis brazos. Sin embargo, tal vez podría haber algunas personas que podrían mirar más allá de eso y no les importaría interactuar conmigo...

No. Eso solo era una ilusión.

Yo, Rentt Faina, no era exactamente famoso por mi destreza aventurera—pero mi cara era una cosa que era ampliamente conocida, a pesar de mi reputación como "El clase Bronce de los Mil Años". Era famoso, o tal vez infame, por no rendirme en mis esfuerzos, y era conocido en todo Maalt como resultado.

En otras palabras, más de la mitad del gremio de aventureros de Maalt sabía cómo me veía en vida. Si apareciera repentinamente con mis brazos en esta forma, seguramente me harían muchas preguntas.

El personal del gremio continuaría preguntando por mí por preocupación, pensando que había sido afectado por un terrible monstruo u otro en el laberinto. En su búsqueda de información, mi túnica inevitablemente sería arrancada a la fuerza—y eso sería todo. Aunque podría verme a mí mismo haciendo una excusa u otra si solo fueran mis brazos...

Por ejemplo, digamos que un monstruo me quitó la vida de las manos; eso sería posible. Sin embargo, sería distinto si vieran mi cara.

Aunque no estaba en posesión de un espejo, mi cara era evidentemente macabra. Seguramente sería perseguido y eliminado independientemente de mis razones o situación—especialmente desde que caí y perdí mi humanidad.

Las cosas no se ven muy bien en absoluto.

La situación no se prestaba a ninguna otra interpretación, y una vez más, encontré mi voluntad vacilante.

Pero ya había tomado una decisión.

El único problema aquí era mi apariencia. Si pudiera hacer algo acerca de cómo me veía, una solución seguramente se me revelaría. Para hacer eso, tenía que calmarme y centrarme nuevamente en mi objetivo inicial—lograr la Evolución Existencial. Hasta que comience a parecer al menos algo humano, debería mantenerme alejado del gremio de aventureros. Sin embargo, se me ocurrió que ya no tendría una fuente de ingresos.

Una voz familiar pronto me sacó de mis muchas consideraciones de preocupaciones y problemas.

"...¡Rentt! ...¡Señor Rentt! ¿Estás ahí? ¡¿En algún lado?!"

Esa voz pertenecía a nada menos que a Rina Rupaage, la chica a quien había enviado para comprar ropa en mi nombre.

◆◇◆◇◆

"...¡Eek!"

Chocando accidentalmente contra mí mientras continuaba su búsqueda, Rina, la aventurera, inadvertidamente soltó un chillido de sorpresa. Mientras que uno normalmente no esperaría un grito como reacción cuando se reunía con un conocido, supongo que era inevitable dada mi apariencia.

Rina, aparentemente todavía aterrorizada, comenzó a hablar con voz temblorosa.

"Uh... Um... ¿S-Señor Rentt...? ¿Es usted...? O, um, ¿eres otro de sus amigos Ghoul...?" preguntó Rina, con su espada lista.

No podía culparla. Los Ghouls eran, después de todo, casi imposibles de diferenciar. Sus cuerpos y carne seca eran, en general, de colores similares, lo que definitivamente no ayudaba con la tarea. Por lo menos, estaba equipada con armas y una armadura. Aunque los Ghouls de mayor rango parecían similares a mí, armas y todo, un principiante como Rina probablemente no estaba al tanto del hecho.

Como tal, respondí tranquilamente la pregunta de Rina:

"...S... Sí. Soy...yo. Ren... Rentt".

Mientras estaba seco, mi voz era coherente—había estado practicando desde mi último encuentro con Rina. Mi voz ahora era más clara y más fácil de entender—al menos, se sentía de esa manera. Pero no podía estar seguro; simplemente me estaba hablando a mí mismo debido a la falta de compañeros de conversación, después de todo, de ahí mis sentimientos sobre el asunto.

Rina, sin embargo, parecía aliviada.

"Ah... ¡Eso es genial! Me preguntaba qué haría si no fueras tú... ¿Hmm? Tu habla parece haber mejorado un poco..."

Parecería que no solo estaba imaginando cosas después de todo.

"Yo... P-Practicar. Practiqué. Para ser... Capaz. De hablar... Más".

"Oh, ¿así que es así? ¡Eso también es genial! Entonces entrar a la ciudad no debería ser un problema... ¡Oh! Cierto—¡las cosas que me pidió que consiguiera! ¡Y aquí está su cambio!"

Con eso, Rina tendió una bolsa. Tras una inspección más cercana, parecía ser un conjunto de objetos, incluida la túnica que le pedí que comprara para mí.

Con cierta emoción, avancé ansiosamente hacia Rina. Ella, sin embargo, retrocedió involuntariamente, con una expresión de aprensión en el rostro.

El shock me hizo detenerme en seco. Rina rápidamente ofreció una explicación.

"Lo... Lo siento. Um. Todavía tengo un poco de miedo... ¿Podrías darme un poco de tiempo para a-acostumbrarme a ti...?"

Fue como dijo Rina. Supongo que así eran las cosas realmente. No había mucho que pudiera hacer para ver cómo me veía—en todo caso, estaba agradecido por el hecho de que Rina se hubiera comunicado voluntariamente conmigo, dado que, para empezar, parecía un monstruo.

Ofrecí mi respuesta:

"...N... No. No me... Importa en... Absoluto. Más importante aún... ¿Puedo mirar... En la bolsa?"

La respuesta de Rina fue, al menos, un poco más alegre que antes.

"¡Sí! ¡Por favor, hazlo! Compré algunas otras cosas junto con la túnica que quería; ¡debería echarles un vistazo!"

Con su aprobación, lentamente caminé hacia la bolsa, mirando el contenido dentro.

◆◇◆◇◆

Metiendo la mano en la bolsa después de confirmar su contenido, agarré la túnica con mis manos, saqué la prenda y la inspeccioné de cerca. Era relativamente espaciosa y ondulada, además de ser negra como la brea. También venía con una capucha, que encontré conveniente para mis necesidades en particular. Las túnicas como estas eran usadas en gran medida por magos y similares, y nunca hubiera pensado usar una en vida.

En todo caso, era un obstáculo para los espadachines. Sin embargo, como estaba ahora, la capacidad de esconderme en sus profundidades era un regalo del cielo, ya que la túnica me cubría cuidadosamente de la cabeza a los pies; incluso lucía mangas largas para ocultar mis brazos. Con esto, pagar por los objetos en las tiendas sería pan comido.

Aplaudí el sentido de la moda de Rina—ella había entendido con precisión lo que yo quería a pesar de mis simples instrucciones. Habiendo dicho eso, aplaudir era imposible para mis manos secas.

Dejando de lado ese pensamiento, decidí probarme la prenda. Mis brazos se ajustaban perfectamente a las mangas de la túnica y el material era bastante agradable al tacto. Tener ese sentido del tacto estando en un cuerpo de nada más que carne seca era algo sorprendente; sin mencionar mi nueva habilidad para moverme de una manera tan ágil. Pensando en ello con calma, sin embargo, todavía era un monstruo—seguramente esa era la razón de estas irregularidades.

También se debe considerar si una pieza del equipamiento presenta algún problema con el movimiento mientras está en combate, además de ser cómodo. Alzando rápidamente la capucha de la túnica, decidí averiguarlo, y me sorprendieron gratamente los resultados. Si bien mi campo de visión estaba algo restringido por la capucha, no tuve problemas para ver al frente; incluso podía mirar a mi alrededor de forma segura hasta cierto punto. Si tuviera que estar rodeado, sin embargo, no tendría más remedio que bajarla—pero eso no sería necesario si me comprometiera en combate con uno o dos monstruos.

"...¿Cómo está? ¿Es de tu agrado?"

"...O-Oh. T... Tú. Me sorprendiste ahí".

Al parecer, Rina había considerado apropiado acercárseme cuando estaba probando la capucha. Ella ahora estaba mucho más cerca de mí de lo que nunca había estado, a pesar del hecho de que había estado visiblemente aterrada de mí hace solo unos minutos.

Aunque todavía sostenía su espada, la "punta" de su espada ya no apuntaba hacia mí.

"¿Ya se está acostumbrando a mí?"

Me preguntaba si ella tenía la costumbre de sentirse cómoda con cosas nuevas tan de repente.

"...R... Ropa. Buen ajuste. M... Más importante aún. ¿No... Estás asustada? ¿Asustada... De mí?"

"¡No, en absoluto! Quiero decir, has escondido la mayoría de tus partes no humanas, así que... No es demasiado difícil para mí estar a esta distancia" dijo Rina, a unos tres pasos de mí.

—Un poco más corto que el alcance de su espada, si tuviera que decirlo de esa manera.

Parecería que estaba a una distancia lo suficientemente clara como para responder apropiadamente si algo salía mal. Al contrario de la expresión inicial que tuve de ella, parecería que Rina era relativamente cautelosa. Aun así, vi esto como una gran mejora—eso fue lo que pensé al menos mientras continuaba inspeccionando los movimientos de Rina.

Si bien se podría decir que toda la cadena de acontecimientos, empezando por que me comiera un Dragón y renaciera como un Esqueleto no-muerto, tenía algo de mala suerte, conocer a Rina fue probablemente lo más fortuito que me había sucedido hasta ahora.

Aunque era cierto que sí salvé su vida, normalmente no habría humanos que pudieran hablar sin vacilar con monstruos. Y aunque no supiera lo que deparaba el futuro, el hecho de que Rina siguiera cooperando conmigo era algo por lo que estaba extremadamente agradecido.

"Oh, sí... Es cierto. Compré algunas otras cosas, también... Aquí, ¿ves? Zapatos y guantes, e incluso un cinturón. Sería malo que te vieran en las calles con esas manos y pies, ¿verdad?"

Diciendo eso, Rina metió la mano en la bolsa, retirando los artículos antes mencionados antes de colocarlos suavemente sobre el suelo del laberinto.

Tanto los zapatos como los guantes estaban hechos de cuero de calidad; en cuanto al color, sin embargo, ambos objetos fueron sometidos, presumiblemente elegidos para que no se destacaran.

Esto me pareció muy agradable. Para empezar, no le había pedido esas cosas a Rina—en mi situación, solo podía pensar en pedir una túnica. Y, sin embargo, Rina había leído inesperadamente entre líneas, pensando en gran detalle sobre los objetos que necesitaría para regresar a Maalt de forma segura. No pude evitar preguntarme si había otro mundo en el que las chicas elegían prendas adecuadas para monstruos.

Habiendo conocido a la primera persona que me trató con amabilidad desde que me convertí en un monstruo, sentí que podía llorar—pero, por desgracia, eso no era posible con este cuerpo.

En cualquier caso, decidí ponerme tanto los zapatos como los guantes. Debido a la naturaleza de mi carne seca, no estaba muy seguro de si algún objeto sería útil para mí, pero por ahora, me conformé con al menos usarlos.

Con eso en mente, metí los pies en los zapatos, mientras ajustaba los guantes extrañamente espaciosos con mi mano libre. Era difícil sostener mi arma a través de estos guantes, y aunque las implicaciones eran preocupantes, acepté esto como parte de un sacrificio necesario para regresar a Maalt.

"Vaya... Esa es un aura bastante intimidante. Te ves como... ¿Cómo llaman a esas cosas otra vez? ¿Wights...? ¡Sí, te ves como un Wight! Ah, claro, también tengo un espejo aquí. ¿Cómo está?"

Sonando cada vez más como una comerciante con cada segundo que pasaba, Rina me colmaba de elogios... si ser llamado Wight podía considerarse un elogio. Retirando un espejo de la bolsa aparentemente sin fondo, Rina una vez más lo dejó en el suelo.

Si bien la negativa de Rina a entregarme directamente el espejo me entristeció un poco, supongo que había poca discusión sobre el asunto.

La consideración de Rina al traerme el espejo sola definitivamente fue un gesto útil. Después de todo, no había podido ver cómo me veía desde que me convertí en un Esqueleto, y la pregunta había estado flotando en mi cabeza todo este tiempo. Por supuesto, no esperaba verme como solía hacerlo—tenía una cara un tanto juvenil que aparentemente no cambiaba entre los 15 y 25 años. Solo para que quede constancia, mi apariencia no era maravillosa ni impresionante en vida.

En todo caso, una cara temible tampoco era demasiado mala. Era bueno tener una expresión intimidante; al menos, para un aventurero.

Con esos pensamientos en mente, levanté el espejo, aparentemente su superficie era una especie de metal pulido. Al mirarlo, no estaba preparado para lo que vi.

"...E... Esto... Es..."

Eso no quiere decir que no hubiera anticipado esto, sin embargo, para ver la cara seca de un cadáver. También estaba muy muerto, con las órbitas hundiéndose profundamente en mi cráneo. De hecho, faltaba uno de mis globos oculares—eso era algo que no anticipé. Si bien era un misterio por qué aún podía ver por ambos ojos, ese no era el problema que actualmente veía reflejado—

No importa cómo lo mirara, esta era la cara de un cadáver.

Sin embargo, lo único que destacaba era una serie de tatuajes complicados y brillantes en mi rostro, palpitando en un suave tono azul. Aunque en realidad eran algo bonitos de ver, los tatuajes también emitían un aura misteriosa, casi incomprensible. Deduje que estos tatuajes tenían algo que ver con mi transformación en un miembro de los muertos vivientes.

Pero dejando de lado todo eso, era innegable que la situación era desesperada, y mis esfuerzos por disimular quedaron arruinados por estos brillantes tatuajes. En todo caso, me hicieron destacar como un pulgar dolorido.

Los tatuajes mismos habrían estado bien, pero el hecho de que brillaran empeoraba las cosas. Después de todo, podían verse claramente incluso si tuviera la capucha levantada. Decidido a ver si podía remediar la situación, levanté mi capucha varias veces y probé diferentes posiciones de descanso, pero mis esfuerzos resultaron infructuosos. La luz fluía constantemente desde el interior de mi capucha—sin importar cómo alguien lo mirara, esto no era algo muy humano.

Al final, tendría que vivir mi vida como un Wight; uno con una temible y terrible capucha azul brillante.

"...No. ¡No!"

"¡Eso sería malo!"

"¡¿Que debería hacer?!"

Sostuve mi cabeza en desesperación.

"Ah, eso es cierto. No me pediste que comprara esto, pero era barato, y pensé que te gustaría tener algo como esto... ¿Qué piensas?" preguntó Rina, una vez más recuperando algo de su bolsa sin fondo.

El artículo que Rina sacó no era algo que recordara haber visto en mi primera inspección de su contenido. ¿Era realmente una bolsa mágica de algún tipo?

Por el momento, me vi obligado a dejar de lado ese pensamiento.

Lo que es más importante aquí, el objeto que Rina había sacado de él no era ni más ni menos que una máscara. Era una máscara grande, de tamaño completo, hecha de lo que parecía ser hueso. Como su tamaño sugería, era lo suficientemente grande como para ocultar completamente mi cara, tatuajes y todo.

"...¿Qué... Es eso...?"

Quería preguntarle por qué la había comprado para empezar, a diferencia de la naturaleza del objeto. Rina, sin embargo, rápidamente ofreció una respuesta alegre.

"Señor Rentt... Quiere volver a Maalt, ¿verdad? Tendrá que ocultar la cara para hacerlo, y no creo que lo dejen entrar con una cara radiante, ¿sabe?"

Nuevamente, fue como dijo Rina.

Esta chica... Ella realmente era otra cosa. Mientras sentía que mis regiones faciales se calentaban, lamentablemente no se encontraron lágrimas de gratitud. Intenté llorar, pero Rina probablemente no notó ningún cambio en mi conducta.

Acercándome a la máscara que Rina había puesto en el suelo, la levanté, inspeccionando de cerca. Parecía tener agujeros de tamaño adecuado para los ojos y la boca, por lo que no parecía que tuviera muchos problemas para ver o respirar. Sin embargo, si podía incluso respirar como lo estaba actualmente, era otro problema.

Con eso en mente, sostuve la máscara con ambas manos y me la até. Sin previo aviso, la máscara de repente se adhirió a mi cara, casi pegándose a mi piel seca y muerta.

"...¡Ugah!" Ese extraño sonido escapó de mis labios.

Antes de darme cuenta, la máscara estaba firmemente colocada sobre toda mi cara.

"Vaya... te sienta bien, ¿sabes?" dijo Rina, mostrando una vez más su sentido único de elogio. Ante sus palabras, miré hacia el espejo—

Reflejado había lo que parecía ser un espadachín de aspecto sospechoso de la persuasión de magia oscura, que también tenía convenientemente una máscara en forma de calavera que cubría toda su cara.

De hecho, parecía encajarme bien. Después de todo, yo había sido un Esqueleto hace pocos días; como tal, una máscara esquelética definitivamente me quedaría bien.

—Al menos, esa era mi lógica.

Sin embargo... Esta máscara se sentía muy apretada, casi como una segunda piel. ¿Podría salir incluso?

Repentinamente lleno de una sensación de inquietud, intenté quitarme la máscara, colocando mis dedos para sacarla de mi cara. Fue entonces cuando me di cuenta—

"...A... Atorada. No se... Sale".

"Ah..."

Ante mis palabras, las alabanzas alegres de Rina se calmaron rápidamente.

◆◇◆◇◆

"...¿Realmente está tan mal atascada?" preguntó Rina, con simpatía evidente en su voz mientras continuaba luchando con mi máscara.

Si bien luché valientemente para removerla después de ponérmela, mis esfuerzos fueron en vano. Como si estuviera pegada a mi cara, o tal vez fusionada a ella, la máscara permaneció resueltamente en su lugar.

"N... No es... Bueno. No es para nada bueno..."

Rina ofreció una disculpa, una expresión de remordimiento apareció en su rostro.

"...Oh, no... Lo siento, es todo culpa mía... En realidad, ahora que lo pienso, la persona que me vendió esta máscara era un poco rara... Tenía ese puesto en la calle, y todos sus productos eran sorprendentemente baratos..."dijo Rina, aparentemente inconsciente de la gravedad de sus palabras.

La descripción de Rina del comerciante podría ser la ideal, con la excepción de sus precios increíblemente bajos. Llegué a la conclusión de que el comerciante en cuestión era probablemente un estafador, aunque algunos comerciantes eran en cierto modo estafadores desde el principio.

"Por... Cierto. ¿Cuánto... Costó? ¿Cuánto costó... Esto...?"

"Tres monedas de cobre. Estaba hecha de metal y parecía bastante sólida... ¿Supongo que era demasiado barata...? Quiero decir, se veía genial, y realmente me gustó, así que..."

A ella le "gustó".

Supongo que no había otra opción... Pero esto no era algo que pudiera aceptar fácilmente, por supuesto. Además, eran tres monedas de cobre.

Tal vez valga la pena señalar que los aventureros enmascarados no son tan raros, y que la existencia de máscaras no es tan especial para esa clientela. Esto se debía al hecho de que muchos aventureros a menudo acumulaban cicatrices y lesiones en sus carreras, y muchas de las cicatrices no podían ser eliminadas o curadas con primeros auxilios simples o magias de curación. Las heridas graves en las extremidades y el cuerpo a menudo solo podían ser tratadas por santos sacerdotes sancionados por la iglesia, y se esperaba que aquellos que buscaban tal tratamiento pagaran un precio exorbitante por los servicios de la iglesia. Como tal, aquellos que no podían pagar por la curación se habían resignado a vivir con sus heridas o prótesis.

Las heridas en la cara, como quemaduras o cicatrices severas, a su vez estaban ocultas por máscaras. Después de todo, incluso un ataque de Bombardeo Ácido de un Slime de bajo nivel contenía suficiente poder para derretir las características de uno. Para empeorar las cosas, esos monstruos no eran exactamente raros.

Esta era la razón por la que las máscaras eran un accesorio de aventurero bastante común, con la mayoría de los aventureros deseando poder vivir una vida plena sin tener que usar una.

Habiendo dicho eso, debo mencionar que la máscara metálica actualmente pegada a mi cara no se sentía barata en absoluto. En todo caso, al menos tendría que pagar una moneda de plata por ello, ya que comprar un artículo como este con monedas de bronce era casi inaudito, a menos que el comerciante en cuestión estuviera en el negocio de acumular pérdidas. En otras palabras, el valor de desecho de la máscara en sí era definitivamente más valioso que tres monedas de bronce—y sin embargo, ese era exactamente el precio por el que Rina la había comprado.

Debería haber tenido algunas reservas sobre un objeto tan barato, pero lo compró de todos modos, probablemente sin poder resistir su valor a ese precio.

"..." Miré a Rina atentamente, a pesar de que me faltaba uno de mis globos oculares.

Mientras lo hacía, Rina agitaba frenéticamente sus manos frente a su cara, como para negar toda responsabilidad.

"Ah, um, no, ves, está todo bien, ¿no? No se sentía maldita ni nada... Ves, mira—¡la sostuve con mis propias manos y estoy bien! Aunque pensé que había una razón para que fuera tan barata... Y esperaba que no estuviera maldita..."

Parecería que fue como dijo Rina. Ella, por su parte, también sacó la máscara sin mucha fanfarria y la colocó sobre el piso sin incidentes.

Entonces... ¿La máscara no estaba maldita después de todo?

—No. Concentrando mi atención en la máscara que estaba pegada a mi rostro, sentí un rastro de maldad: el hedor inconfundible de la energía oscura. Esto era, sin duda, una especie de maldición persistente.

En cuanto a por qué Rina no se había visto afectada... Bueno, era simple: la chica naturalmente no intentó probarse la máscara en primer lugar. Incluso yo mismo no sentí nada raro al manipular la máscara con las manos. Para ser precisos, era una maldición que solo tenía efecto una vez que la máscara se colocaba en la cara de una posible víctima.

Qué terriblemente desafortunado—y eso era quizás un eufemismo.

Una maldición... Si realmente fuera así, tenía varias ideas propias.

Con una respiración profunda, enfoqué mis pensamientos, activando mis reservas internas de divinidad. Respondiendo a mi llamada, un tenue resplandor azul se vertió desde mi cuerpo, envolviendo la máscara en un aura silenciosa.

"¿Q-Qué es...esto? No me digas... ¿Es esto divinidad...?" dijo Rina, con sorpresa escrito claramente en su rostro.

Una vez más, no podía culparla. Divinidad, y la aptitud para utilizarla, era una habilidad muy rara en verdad. Aunque se podía observar que era usada por sacerdotes u otras personas divinas durante los festivales, viéndola realmente siendo usada de cerca no era exactamente una experiencia cotidiana.

La razón por la que uso esta habilidad ahora era autoexplicativa, ya que divinidad tenía la capacidad de limpiar lo que era más sucio y antinatural. También podría, por supuesto, levantar maldiciones y cosas por el estilo, y esto era a menudo una habilidad monopolizada por los sacerdotes antes mencionados y los de su clase. Incluso yo no tenía ningún conocimiento preciso sobre cómo levantar maldiciones. En cambio, simplemente trabajé con la suposición de que un estallido de divinidad, incluso sin la aguda comprensión de cómo funcionaba el levantamiento de maldiciones, al menos serviría para debilitar la maldición impregnada en la máscara.

Esto hubiera sido imposible para mí en vida. Lo máximo que pude hacer entonces fue purificar el agua para que fuera segura de beber—y eso fue todo. Hubiera sido incapaz de levantar maldiciones, incluso si lo hubiera intentado.

Pero yo era diferente ahora; me había sometido a la Evolución Existencial y derroté a numerosos monstruos. Por lo tanto, me concentré en la tarea.

Honestamente hablando, hubo algunos resultados. Mientras que la máscara se había mantenido obstinadamente pegada hasta hace un tiempo, de repente comenzó a traquetear en respuesta al aura generada por mi divinidad.

"Va... ¿Va a salir?"

Ciertamente esperaba que fuera así.

"...Eh... ¿Oh? Señor Rentt... Esa aura azul-blanca de usted... ¿Se está volviendo más tenue, o solo soy yo?" Rina habló con voz preocupada, y continuó observándome.

Como ella dijo, mi aura definitivamente había empezado a apagarse. Mis reservas internas se estaban agotando, para ser más preciso. Aunque la cantidad de divinidad que tenía a mi disposición ciertamente había aumentado, no era una diferencia abrumadoramente grande. Hasta ahora, la fuerza dentro de la máscara parecía casi amenazada por mi divinidad. Ahora, sin embargo, la corriente había cambiado, y casi sentía que mi divinidad estaba siendo rechazada. Supuse que esto sería demasiado para mí—al menos por ahora.

Renunciando, lentamente detuve mi lanzamiento de aura. Del mismo modo, la máscara dejó de sonar un poco más tarde. Inmediatamente después de que se detuvo, la máscara se pegó una vez más a mi cara—no parecía que tuviera ninguna posibilidad de removerla a partir de ahora.

Como sospechaba, aún no era lo suficientemente fuerte como para levantar su maldición todavía.

"...Entonces... Supongo que no fue bueno..."

"Sí... No es... Bueno. No es bueno".

Cansado por mis esfuerzos y la conmoción inicial de la máscara inmóvil, me senté en el suelo del laberinto.

"Lo siento mucho... no tenía la intención de comprar una cosa maldita como esa..." Rina rápidamente se disculpó.

¿Ella interpretó mis acciones y mi comportamiento como decepción, quizás? Rina, con los ojos medio llenos de lágrimas, parecía increíblemente arrepentida por este desafortunado giro de acontecimientos.

Fue inesperado, por decir lo menos. Si bien era cierto que la máscara no se podía quitar, no tenía ninguna razón para culpar a Rina por lo que hizo. Ella simplemente me había encontrado una máscara por la bondad de su corazón.

Le ofrecí algunas palabras de consuelo a Rina:

"No... Importa. Está... Bien. Yo... Debo esconder... La cara. De todas formas. Estaré... Bien. Así... Por un tiempo".

"Pero—"

"Se sintió como, que saldría... Justo ahora. Me... Volveré más fuerte, podría... Salir. También podría... Conseguir un sacerdote... Un sacerdote. Levantar... Maldiciones".

Traté de consolar a Rina lo mejor que pude. Extendí mi mano para acariciarla en el hombro, pero me detuve a tiempo. Mi mano quedó torpemente suspendida en el aire. ¿Como podría olvidarlo? Ahora era un Ghoul, y Rina aún no estaba acostumbrada a mí—no debería traumatizarla más.

Sin embargo, como para aceptar mi gesto, Rina extendió la mano, sosteniendo mi guante extendido con sus manos.

"Qu... ¿Qué... Estás..." Me sorprendió.

"E... Entiendo. No eres una mala persona... O, um, ¿monstruo? Señor Rentt—no está asustado... No... asustado en absoluto..."

A pesar de sus palabras, las manos de Rina se estremecieron, aunque ligeramente.

Entendí. Contrario a sus afirmaciones, Rina todavía tenía miedo. Aun así, había pensado en tranquilizarme—eso entendí.

Por eso le dije a Rina: "Gracias... Pero... Hasta el día... En que realmente... No tengas... Miedo. No necesitas... Forzarte... A ti misma".

Diciendo eso, le solté la mano suavemente, teniendo cuidado de no lastimarla. Rina, sin embargo, se mantuvo firme.

"¡Me acostumbraré rápidamente! ¡Muy rápido! ¡De verdad!" Ella sonrió, sin una pizca de evidencia para respaldar su declaración.

Una vista casi infantil, como si esta fuera una situación normal que se pudiera observar en cualquier lugar. Fue en ese momento, sin embargo, que me sentí realmente vivo. Me llené de felicidad el poder mantener una conversación apropiada, como humano, con otro ser humano.

◆◇◆◇◆

"Um... Entonces, esto puede ser repentino, pero ¿solo...quieres regresar a Maalt ahora?"

Tal fue la pregunta que se me planteó tan pronto como terminé de equiparme el resto de la ropa provista por Rina. Me encontraba en una pérdida momentánea de esas palabras, aunque solo fuera porque no estaba seguro de si tal hazaña era siquiera posible.

Aunque me había propuesto alcanzar la Evolución Existencial solo para regresar a la ciudad, la perspectiva de que realmente fuera posible ahora me desconcertaba de alguna manera. Para llevar a cabo la tarea realmente, pensé, era profundamente inquietante.

"¿Crees que... Irá... Bien?"

—Por eso le hice a Rina tal pregunta.

Para un ser humano promedio, estaba vestido con una túnica, guantes, andaba encorvado y estaba equipado con una espada en la cintura. Me pregunté si esto sería suficiente para caminar por la ciudad. Después de todo, no tenía a nadie más que a Rina para proporcionar una opinión humana.

"Hmm... Te ves un poco extraño, pero muchas personas son así. Incluso si alguien exige que muestres tu cara, esa máscara está maldita, para bien o para mal. Simplemente no saldrá, ¿verdad? Entonces deberías decirles a los guardias en la puerta eso. Oye, tal vez incluso puedan intentar quitártela por sí mismos. De esa forma sabrán que realmente no saldrá".

La respuesta de Rina fue sorprendentemente detallada.

"Pero... Si hago... Eso. Mi... Piel..."

"¡Se supone que debes fanfarronear a través de eso...! Digamos que un monstruo te atrapó y te quitó la vida de la cara o algo así. Si supieran la verdad, probablemente te identificarían como un monstruo no-muerto, pero el sentido común les diría que hablar con un no-muerto es imposible. Aunque aún tengas problemas para hablar, no saldrán inmediatamente de la conclusión de que eres un no-muerto. En todo caso, pensarán que eres un aventurero veterano que tiene cicatrices en todo el cuerpo por los combates. Si pudieran ver tu cara, sin duda sería una posibilidad remota—¡pero ahora no pueden! ¡Funcionará!"

Las palabras de Rina me dieron un gran valor. Si lo pensaba con calma, la mayoría de lo que Rina dijo era correcto. Solo los monstruos no-muertos de muy alto nivel serían capaces de comunicarse y razonar en primer lugar. Si bien uno podría sentir la fuerza de su aura si uno se acercara a ese ser, actualmente no daba esa impresión. Para empezar, si realmente tuviera tales poderes, no me molestaría por algo tan simple como encontrar un camino de regreso a Maalt.

Yo fanfarronearía si los guardias sospecharan, y luego funcionaría. Sentí que podía hacer al menos eso. El resto depende de mi propia actuación personal.

"De acuerdo, entonces... Vamos... A darle... Una oportunidad".

"¡Sí! ¡Vámonos!"

Ladeé la cabeza a un lado ante la declaración de Rina.

"¿Qué... Quieres decir?"

"¿Eh? ¿No vamos a ir juntos...?"

La respuesta de Rina a mi pregunta fue rápida. En todo caso, parecía confundida sobre por qué siquiera preguntaba.

Estaba terriblemente sorprendido; de todas las cosas, no esperaba que Rina fuera conmigo, dado que yo era actualmente un monstruo no-muerto. Ella estaba asumiendo un gran riesgo, facilitando la entrada de un monstruo como yo a la ciudad. Si de alguna manera nos descubrieran, sería tratada como una anormalidad que se había aliado con un monstruo, y sería perseguida fácilmente.

¿No estaba pensando en las consecuencias? Tenía que preguntarle al menos eso.

"...Si... Fueras... Conmigo. Estarías... En peligro... Rina".

"Ah... Ese es probablemente el caso... ¡Pero hay una posibilidad aún mayor de éxito si vienes conmigo! Si alguien estuviera contigo y hablara de ti como humano, ¿por qué un guardia en la puerta tendría alguna razón para pensar en ti como un monstruo?"

"Eso... Es verdad. Pero, ¿está... Bien? Si... Si pasa al... Algo..."

"¡Cruzaremos ese puente cuando lleguemos a eso! ...Señor Rentt, si no hubiera sido por usted, ya estaría muerta. Siento que sería correcto arriesgar mi vida al menos una vez por usted, ¿no?" Rina pronunció estas palabras como si fuera lo más obvio que podía hacer.

Con eso, sin embargo, de repente se me ocurrió que Rina era una persona muy considerada—tal vez demasiado. De cualquier manera, estaba agradecido por la amabilidad de Rina.

Pensando en ello desde el ángulo del bienestar de Rina, definitivamente debería haber rechazado su ayuda; aun así, tenía que regresar a Maalt. Además, era como lo había dicho Rina: si había un ser humano que respondiera por mí, mis posibilidades de éxito aumentarían dramáticamente.

También solo había una entrada segura en Maalt para que yo pudiera pasar sin una alarma relativa en el futuro. Si los guardias se familiarizaban conmigo, sus inspecciones seguramente serían mucho más relajadas.

Y entonces, decidí confiar mi futuro a Rina.

"Pues... Bien. Estoy... Contando... Contigo. Pero no... Arriesgues tu... Vida. Si algo... Sucede. Di... Di que te... Engañé". Incluso si me descubrieran, Rina probablemente estaría bien si jugara esa carta.

Si bien tenía mis dudas acerca de todo el asunto, era cierto que muertos vivientes hablando, en general, no era muy común en absoluto. De hecho, decir que era un aventurero con horribles heridas debido a mis batallas era mucho más creíble.

Asintiendo con la cabeza ante mis palabras, Rina respondió de la misma manera.

"Sería genial si no tuviéramos que hacer algo como eso... Si realmente se trata de eso, definitivamente pensaré en algo" dijo, con una suave sonrisa en su rostro.

◆◇◆◇◆

"...¡Siguiente!" La voz estricta de un guardia en la puerta hizo eco a través de los terrenos de las puertas occidentales de Maalt.

Al escuchar eso, Rina me empujó, animándome a moverme.

"...Es nuestro turno, señor Rentt..." Diciendo eso, se acercó al guardia con su pecho afuera, como si no hubiera nada fuera de lo común.

"Esta chica es realmente otra cosa..."

Pensando así, rápidamente seguí a Rina.

"Una mujer y... ¿un hombre? ¿Creo? ...Permisos, por favor". Aunque había dudado un poco, parecería que el soldado me identificó como un hombre.

Además de eso, era un soldado que nunca había visto antes. Parecería que elegir una puerta que rara vez había usado fuera una buena idea después de todo. Si el guardia hubiera estado familiarizado conmigo en vida, solo me llevaría a todo tipo de preguntas inconvenientes. Por otro lado, podría haber funcionado a mi favor... Era un tema complicado, sin importar qué.

A pesar de todo, Rina le dio su permiso al guardia, que era una tarjeta algo opaca. Retirando mi propio permiso de mi cinturón de herramientas, hice lo mismo.

"...Rina Rupaage y... Rentt... Faina. Ambos parecen tener permisos aceptables; parece que no hay problemas aquí—eh. Tú allí".

Pensé que podríamos pasar fácilmente por la inspección e ingresar a Maalt antes de darnos cuenta—parece que ya no era el caso.

"Maldita sea. Fui detenido después de todo"—pero tenía que hacer algo al respecto sin entrar en pánico.

"...Sí. ¿Qué... Pasa?"

"...Hablas bastante extraño, ¿lo sabías? ¿Podrías por favor quitarte la máscara...?"

Ante las palabras del soldado, intervino Rina.

"Lo siento... Su máscara está maldita, ya ves. Intentamos removerla, pero simplemente no sale. La razón por la que habla así es... Ah, un monstruo le dañó su garganta... Bueno, no solo su garganta—toda su cara..."

Tal fue la explicación de Rina.

El soldado escuchó, con una mezcla de sospecha y sorpresa en su rostro.

"...Podrías... Intentarlo... También. No... Saldrá".

Diciendo eso, me incliné hacia adelante. El soldado, a su vez, intentó quitarme la máscara con todas sus fuerzas.

"...Ughh... Huh. Realmente no sale... ¿De verdad está maldita?"

"No mentiríamos sobre algo así... Compró una máscara para ocultar las cicatrices que todos esos monstruos le hicieron, pero accidentalmente recibió una que fue maldecida en su lugar... Realmente tiene algo de mala suerte... Aparentemente la maldición no se activa simplemente tocando la máscara con las manos... Tiene que ponerse primero, y se ha pegado a su cara desde..."

"Ahh... Sí, he escuchado rumores de artículos que funcionan de esa manera. ¿Podrías pedirle a un sacerdote para que se la quite?"

"Parece una maldición fuerte, y creo que un sacerdote normal tendría problemas con eso... Tendríamos que preguntarle a un individuo capacitado y... Bueno, ya sabes..."

"El pago, ¿eh? Sí, sería difícil para aventureros de clase Hierro o Bronce. Así que, es por eso que todavía tiene las cicatrices, eh... ya veo..."

La explicación de Rina no mostró el menor atisbo de vacilación. Debido a esto, el soldado ya no parecía aprensivo.

"Está bien, entiendo. ¡Pueden pasar!"

Y eso era todo lo que el soldado necesitaba decir.

Al escuchar eso, Rina entrecerró levemente los ojos, una sonrisa suave iluminó una vez más sus facciones.